Un lingüista en la selva amazónica perdió su fe en Dios
Автор: Anamaría Ashwell
Журнал: Revista Científica Arbitrada de la Fundación MenteClara @fundacionmenteclara
Статья в выпуске: 2, Vol. 3, 2018 года.
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Este artículo muestra las dificultades que encontró un evangelizador, convertido posteriormente en antropólogo, para realizar un estudio académico de la etnia Pirahá que habitan la selva amazónica. Después de veinte años de cohabitación con los Pirahá, este evangelizador/antropólogo pudo comprobar lo que los misioneros anteriores reportaron: a los Pirahá les entretenía y hasta interesaba el relato bíblico pero como una historia más. La autora relata las dificultades linguisticas que impide a estos sujetos, sujetados a un lenguaje casi único que contrasta la gramática universal de Chomsky, atribuírle alguna categoría espiritual o salvífica a la palabra de Dios. La autora también describe el regreso del evangelista / antropólogo, unos años después, a la jungla y la forma en que se reencuentra con los Pirahá, pero esta vez sin su fe ni su dios.
Lengua, linguista, idioma primitivo, gramatica, universal, Pirahá, Everett, fe, dios, ateo, Chomsky
Короткий адрес: https://sciup.org/170163638
IDR: 170163638 | DOI: 10.32351/rca.v3.2.46
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Introducción
En la rivera del río Maici, inmersos en la tupida selva brasileña, familias de entre tres y cuatro miembros habitan siete precarias chozas con techos de frondas de palma sostenidos por cuatro postes. A lo largo de las riberas del río Maici y Marmelos, tributarios del Amazonas, entre 300 a 400 otras personas comparten con ellos la lengua y la cultura Pirahá.
Los Pirahá son recolectores, cazadores y ocasionales agricultores de descuidados huertos de mandioca. Pescados y caza constituyen su dieta principal y son también la actividad diaria debido a que los Pirahá no salan ni ahúman la carne, no almacenan alimentos como tampoco la harina de la mandioca salvo para unos pocos días. Con el tiempo han adoptado la ropa occidental: por más de dos siglos han tenido contacto (aunque desde 1700 los brasileños reportan su presencia) con misioneros, foráneos y no solo brasileños pero sobre todo de manera periódica con comerciantes que navegando el río entablaron con ellos un peculiar, por no decir asombroso, intercambio “comercial”. Cuando los Pirahá oyen que se aproximan sus embarcaciones se acomodan en la ribera hasta que los divisan en el río. Y se inicia un intercambio en cantidades arbitrarias, determinadas individualmente, de nueces, maderas, la fruta comestible del couma (o sorva) y goma o caucho crudo que ellos entregan preferentemente a cambio de whiskey y tabaco.
Su sistema de parentesco es de los más simples conocidos entre las culturas del mundo. No hay distinciones de género, se distinguen descendientes por generación y también consanguinidad. Los términos de clasificación solo refieren a parientes conocidos, nunca parentela que murió antes del nacimiento de uno (ego). Son además endogámicos con particularidades: el matrimonio esta permitido entre consanguíneos pero también están permitidas las relaciones sexuales de mujeres con foráneos para fines de procrear sin implicar cohabitación. Los hijos son criados en la comunidad Pirahá pero los padres foráneos no adquieren ninguna distinción, privilegio, reconocimiento ni clasificación de parentesco.
A pesar del prolongado contacto con foráneos, sin embargo, los Pirahá se mantienen monolingües y con una lengua que es la única que perduró de la familia lingüística Muran de la Amazonía. Los Pirahá no muestran interés, además, ni indagan sobre los idiomas y las culturas de los foráneos que entran en contacto con ellos y a todas las otras lenguas le nombran “Cabeza chueca” porque “Cabeza enderezada” es el Pirahá que ellos hablan.
En el año 2005 un lingüista, Daniel L. Everett, publicó en Current Anthropology un ensayo titulado: “Condicionantes culturales de la gramática de los Pirahá: otra mirada al diseño del lenguaje humano” [1] que habría de provocar un debate intenso y prolongado (que cayó más bien como “una bomba” en palabras de Steven Pinker) entre investigadores e investigaciones de antropología lingüística. Brent Berlin, por ejemplo, de los laboratorios de Etnobiología y Antropología de la Universidad de Georgia no dudó que “la propuesta de Everett en este ensayo es la más controversial que se ha publicado en la antropología lingüística en muchos años, quizás desde la aparición del Origen y la Diversificación del Lenguaje de Swadesh en 1971”. Investigadores, con grabadoras, protocolos para experimentos, con equipo de sonido, micrófonos y cámaras, principalmente desde Australia, Alemania, Inglaterra y EEUU, descendieron desde entonces sobre los Pirahá en las riveras del río Maici.
Desarrollo
No es tema específico de este ensayo pero resumiré algunas características de la lengua y la cultura de los Pirahá que provocaron y provocan, este desmedido e intrusivo interés de académicos.
El Pirahá, explicó Everett, es una lengua que carece de numerales, números y términos de contabilidad. Si bien se conocen otras lenguas que contabilizan solo uno-dos-más, en el Pirahá no solo no existe una categoría gramatical para números sino también para formas de dar cuenta de una cuantificación. No tiene términos para “todo”, “cada uno”, “todos”, “mayoría” y “algunos”. Ni siquiera nombre para los dedos individuales de la mano aunque ocasionalmente (y Everett explica que solo a partir de insistencias de lingüistas e investigadores) los Pirahá refieren a todos los dedos colectivamente como “palillos de la mano”. Y en consecuencia tampoco tiene término para “ultimo”. Es una lengua que se compone del más simple inventario de pronombres que se conoce y según Everett, ellos no solo evitan recurrir a éstos sino que él estima que todos los pronombres en Pirahá han sido integrados recientemente desde lenguas Tupi- Guaraní. El inventario fonético del Pirahá esta entre los más reducidos: las mujeres recurren a solo 7 consonantes y 3 vocales y los hombres a 8 consonantes y 3 vocales (equiparable al Rotokas y Hawaiano).
Más significativo aún para la teoría de una gramática universal de Chomsky es que el Pirahá no recurre a incrustaciones (embedding), no incrusta una frase dentro de otra. No tiene tiempo perfecto gramatical y pocos términos para el tiempo (Everett enlista doce) que refieren más bien a “otro día”, día o noche, luna llena, temporal de agua delgada, temporal de agua gruesa, etc etc. La lengua prioriza más bien términos que expresan experiencias liminales, “situaciones en la que algo entra o sale del horizonte de la experiencia”.
No tienen términos específicos para colores sino solo frases descriptivas cambiantes y no producen arte ni artesanías, no inventan ficciones y no tienen mitos de creación. Tampoco tienen referencias a personajes míticos aunque sí dibujan figuras (Everett las describe como de “palitos”) que los Pirahá sostienen son una suerte de espíritus que ellos experimentan directamente. Cuando lingüistas y antropólogos insisten sobre sus orígenes ellos solo responden “siempre ha sido así”.
Los Everett, Keren y Daniel, después de más treinta años compartiendo la vida con ellos, son los únicos foráneos, los únicos lingüistas, Pirahá parlantes [2]. Es una lengua gutural y prosódica que posee una variedad de sonidos (algunos nasales, otros por aspiraciones o por movimientos de labios), tonos y ritmos que exige también distintos énfasis para que una sola palabra refiera a distintas cosas; y también posee extensiones silábicas que parecen interminables. Una lengua que un foráneo, un lingüista o antropólogo, necesitaría toda una vida entre ellos para aprender. Porque es una lengua que permite obviar vocales y consonantes, intercala sonidos y más bien se canta, tararea y/o silba. Keren Everett sostiene que para aprender el Pirahá hay que aprenderlo cantando. Imitando la manera como los Pirahá abandonan consonantes y vocales y se comunican enteramente por variaciones de tonos y ritmos. Sin sílabas. Daniel Everett le concede la importancia prosódica del lenguaje pero sostiene que hay mucho más que aprender de y en su estructura silábica.
Los Pirahá suenan, dijeron algunos, como pájaros exóticos comunicándose con cuchicheos sonoros y melódicos. Hablan -y cabe decirlo así- una lengua que no parece de humanos.
El Pirahá además no distingue ni valida que exista una “manera correcta” de proceder, no tiene verbos para definir intenciones; y destaca solo la inmediacía de la experiencia. Incluso cuando refieren temores a espíritus malignos que los rondan éstos son espíritus “con sangre”, que experimentan y a los cuales “conocen”. Everett no reporta ningún término Pirahá que pudiera referir a algo fuera de la inmediata experiencia del que habla; y argumenta convincentemente, con palabras como xibipío, que ellos no piensan ni hablan en abstracciones. Esta palabra se traduce más o menos como “fuera de experiencia”, es decir todo lo que ellos no pueden oír ni ver o que alguien vivo no oye o ve. “Cuando alguien camina hacía la doblez del río y lo pierden de vista, los Pirahá no dicen que esa persona simplemente se ha ido sino xibipio- “fuera de experiencia” [3]. Everett llama a esta atadura lingüística y cultural con la realidad empírica y presente “principio de experiencia-inmediata” (immediacy-of experience principle”) en su disertación sobre la lengua Pirahá. Para los Pirahá no hay un nombrar que venga de “afuera”, ni desde un ámbito sagrado, ni desde una residencia divinizada, ni desde un legado originario porque para ellos las cosas aparecen y cuando las perciben, solo en ese momento, las nombran. En realidad los Pirahá, según se desprende del ensayo de Everett, fuera del tiempo lineal de la metafísica occidental, abiertos a la manifestación de lo que aparece y de lo que no aparece, pareciera que hablan, o más bien cantan, en realidad solo desde lo que les sucede y nada distinto a eso [4]. El del Pirahá es un mundo linguístico y cultural que se vive solo en el momento; en el cual nada cambia y nada fue creado, siempre ha sido. Un ordenamiento lógico que no previene ni requiere planeación ni tiene término linguístico de un tiempo futuro y en el que la lengua se expresa únicamente en afirmaciones directas. Solo es real, en otras palabras, lo que observan y oyen.
Los Pirahá, se habría de resignar Everett después de años entre ellos y una vez que accedió a hablar la lengua, son un pueblo, por eso mismo, impermeable, o más bien totalmente insensible, a la palabra del Dios cristiano. Lo comprobaría Daniel Everett porque ni él ni Keren llegaron con los Pirahá a habitar en las riberas del río Maici en la Amazonía brasileña como lingüistas (los estudios universitarios y los trabajos como investigadores de universidades en Inglaterra y EEUU serían posteriores); sino como misioneros cristianos del Instituto Linguístico de Verano (ILV).
Список литературы Un lingüista en la selva amazónica perdió su fe en Dios
- Brown, Peter "Through the Eye of a Needle: Wealth and the Fall of Rome in the making of Christianity in the West, 350-550 d.C." Princeton University Press 2012
- Colapinto, John "The Interpreter". New Yorker. Abril 2007
- del Barco, Oscar "Exceso y Donación: la búsqueda del Dios sin Dios" Argentina, 2003
- Everett, Daniel L. "Cultural Constraint on Grammar and Cognition in Pirahá: Another look at the design features of Human Language". Current Anthropology. Volume 4. No.4 August-October 2005
- Everett, Daniel L. "Don't Sleep, There Are Snakes: Life and Language in the Amazonian Jungle (Vintage Departures)" Random House New York. 2008
- Gonzalvez, Marco Antonio Teixeira "Nomes e cosmos: onomástica entre os mura-pirahã" Comunicacao No. 20 Programa de Po-Graduacao em Antropología Social. Rio de Janeiro. Brasil 1990.
- Gonzalvez, Marco Antonio Teixeira "O Significado Nome. Cosmología e Nominacao os Pirahá" Sette Letras. Brasil. 1993.
- Gonzalvez, Marco Antonio Teixeira "O Mundo Inacabado. Etnografía Pirahá" Editora UFRJ. Brasil 2001
- Peter Gordon "Numerical Cognition Without Words: Evidence from Amazonia" Science 15 Oct 2004:Vol. 306, Issue 5695, pp. 496-499 DOI:10.1126/science.1094492