Antonio de Montserrat – La Ruta de la Seda y los caminos secretos del Tantra

Автор: Oscar R. Gómez

Журнал: Revista Científica Arbitrada de la Fundación MenteClara @fundacionmenteclara

Статья в выпуске: 1, Vol. 1, 2016 года.

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En este artículo se presenta la biografía de Antonio de Monserrat con el objeto de insertar en el pensamiento crítico budista a quien se considera el primer occidental iniciado en la filosofía tántrica e impulsor de ésta en Occidente a través de la Compañía de Jesús. Para ello, primero se hace un recorrido histórico que pone en foco cómo el budismo es desplazado de la India y se refugia entre las poblaciones de Asia central como la etnia Uigur en la actual Turquestán, cómo es adoptado por los emperadores chinos y se expande a lo largo de toda la Ruta de la Seda. La combinación del budismo indio con influencias occidentales (grecobudismo) dio origen a diversas escuelas budistas en Asia Central y en China. Luego se caracteriza en forma sintética la versión esotérica que adquiere el budismo (el tantra) y que se consolida en el siglo VIII en el Tíbet como budismo vajrayana (tántrico). Ésta es la forma de budismo que toman los gobernantes, que promueve la igualdad completa de personas y género, la idea del sujeto como una construcción de la cultura y la noción de deidades metafóricas —útiles para modelar el carácter de las personas pero de absoluta inexistencia— además del postulado budista de verdad relativa. Esta visión no teísta —o transteísta, como Gómez la prefiere llamar— se reflejaba en la total tolerancia religiosa del imperio Chino, Uigur y Mongol, que garantizaba la seguridad y el libre intercambio por la Ruta de la Seda. Es esta visión de sujetos no divididos en castas ni diferenciados por sangre lo que maravilla a de Montserrat al decir que los tibetanos “no tienen reyes entre sí” e inflama la avidez de quienes viajaron especialmente (a partir de los escritos de éste) a iniciarse en el budismo tántrico tibetano como los jesuitas Antonio de Andrade y Juan de Brito. El tercer apartado se dedica de lleno a la biografía de Antonio de Monserrat y a precisar su contacto con el tantra.

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Tantra, tantrismo, budismo, psicoanálisis, psicología, antropología, sociología, fenomenología, existencialismo, linguistica, exploradores catalanes, jesuitas, etnia uigur, Tibet, historia del pensamiento euroasiático

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IDR: 170163599   |   DOI: 10.32351/rca.v1.1.8

Фрагмент статьи Antonio de Montserrat – La Ruta de la Seda y los caminos secretos del Tantra

El Budismo en Asia central[1]

Muchas personas están convencidas de que la luz viene de Oriente, casi la sociedad occidental así lo cree; y en esa creencia, Oriente parecería ser la India al punto que a partir de los movimientos New Age se introdujeron de ahí un sinnúmero de técnicas para alcanzar una supuesta iluminación que consiste en sumergir la consciencia en planos oníricos (Urban, 1999).

Es decir, ver la “realidad” que el sistema hindú utilizó para someter a sus habitantes a la más impiadosa esclavitud y servilismo. Una especial clase de “opio” ideológico que posibilita que los parias sonrían en la indignidad a la que están sometidos y la acepten como consecuencia de sus vidas pasadas, karma.

Sin embargo, ciertamente la luz llega de Oriente. No solo porque desde ese punto emerge el sol sino también porque la luz intelectual ingresó a través de la Ruta de la Seda.

Esta ruta es el resultado de la curiosidad del emperador chino Wu, de la dinastía Han y que gobernó de 141 a 87 a. C., por los pueblos civilizados que estaban más allá de las tribus bárbaras en Occidente (Bellec, 2003).

Esta dinastía, que hablaba lenguas sino-tibetanas, se extendió hasta las tribus nómades occidentales y de ahí a las llanuras húngaras y hasta los montes Cárpatos.

El emperador Wu envió en el año 138 a. C. una embajada con el objetivo de conseguir una alianza militar con poblaciones indoeuropeas (entre ellos la etnia Uigur) para frenar el poder y agresividad de los xiongnu —tribus nómadas asentadas en la actual Mongolia— que amenazaban constantemente la seguridad de China.

Esta embajada, que no logró ninguna alianza militar, informó de la existencia de muchos reinos. Algunos de estos reinos eran verdaderas potencias militares como Persia, Caldea y el Imperio Romano con las que la embajada sí se relacionó y se produjo un intercambio de bienes y conocimientos.

Es así cómo esta misión comenzó a trazar la Ruta de la Seda y posibilitó, además, el ingreso del budismo tántrico a China (Ann Heirman, 2007).

El comercio se mantuvo casi sin interrupciones hasta el siglo IX en el marco del Imperio Uigur. Durante ese tiempo, China entregó enormes cantidades de seda a cambio de caballos.

Este comercio posibilitó un importante intercambio religioso y cultural ya que en la etnia Uigur había budistas, nestorianos y maniqueos hasta que inician a partir del 742 d. C. su conversión al Islam (Congreso Mundial Uigur, 2004).

Con la caída del imperio Uigur, el Islam comienza a expandirse con la instalación del Califato Islámico en Asia central y en el siglo X se producen conflictos que provocaron la interrupción de esta ruta y la casi desaparición del budismo (Foltz, 2010).

A principios del siglo XIII comienza a expandirse el imperio Mongol por todo el continente asiático, que logró consolidar estabilidad política, seguridad para los viajeros y, al poner fin al monopolio del Califato Islámico sobre el comercio mundial, se restableció la Ruta de la Seda.

A la muerte de Gengis Kan (1227) la Ruta de la Seda quedó en manos de sus hijas y lo sucede su hijo Ogodei (Gengis Kan dejó así establecida la meritocracia al quitar privilegios de sangre o condición de nacimiento a sus hijos mayores, pues Ogodei era su hijo menor) (Veisaga, 2011).

Ogodei continuó con la expansión del imperio mediante la conquista de Polonia y Hungría hasta llegar a las puertas de Viena en 1242 y consolidó la jerarquía del GranKan sobre los diversos reinos mongoles (Götting, 2015).

En 1287, los mongoles envían a Rabban Bar Sauma como embajador frente a las cortes europeas. A partir de ahí y hasta fines del siglo XIV comienza un intenso tráfico comercial, cultural y religioso.

En ese período llegan por esta ruta numerosos misioneros cristianos a Oriente, como Guillermo de Rubruck, Benedicto de Polonia, Giovanni da Pian del Carpine y André de Longjumeau (quien en el primer viaje llevó cartas del Papa Inocencio IV y en el segundo, regalos y cartas de Luis IX de Francia para Güyük Kan).

A su retorno, estos misioneros traen la visión del mundo del budismo tántrico que inspiro a Gengis Kan y a sus continuadores y la difundieron en Europa. Esta visión inflamó la sed de conocimiento de Marco Polo —en tiempos de Kublai Kan— (Polo, 2011) y de otros misioneros como Odorico de Pordenone, Giovanni de' Marignolli, Juan de Montecorvino y Niccolò de' Conti.

A mediados del siglo XIV, la peste negra debilitó el poder político mongol establecido por Gengis Kan y su visión transteísta y protectora de todas las creencias y formas de vida (Hays J, 2005).

Esta visión transteísta (tántrica) se refugia en las tierras de Bothan, en el techo del mundo (Tíbet).

Los mongoles fueron convirtiéndose lentamente al Islam a partir de 1323 con el establecimiento de los sultanatos y se fue perdiendo la unidad política, cultural y la seguridad de la Ruta, que dejó de resultar una vía económica posible.

Finalmente, a mediados del siglo XV, la desaparición de la Ruta de la Seda propició la búsqueda, por parte de las potencias europeas, de nuevas rutas hacia el floreciente imperio chino —sobre todo las marítimas—.

Fue así que se dieron las exploraciones portuguesas del océano Índico, que incluyeron el mar de China, y que dieron lugar a la llegada del primer barco mercante europeo a las costas de China en 1513.

De este modo los portugueses consolidan fortificaciones en Macao y en Goa a donde habría de llegar como embajador Antonio de Montserrat en 1574.

El tantra. La visión esotérica del Budismo

Con la expansión del hinduismo, el budismo es desplazado de la India y se refugia entre las poblaciones de Asia central como la etnia Uigur en la actual Turquestán y se expande a lo largo de toda la Ruta de la Seda.

La combinación del budismo indio con influencias occidentales (grecobudismo) dio origen a diversas escuelas budistas en Asia Central y en China.

A fines del siglo VII ingresa la forma esotérica del budismo (tántrica) y se consolida en el siglo VIII en el Tíbet como budismo vajrayana.

Ésta es la forma de budismo que toman los gobernantes (de ahí la denominación de Tantra Real o transteísta), que promueve la igualdad completa de personas y género, la idea del sujeto como una construcción de la cultura (es decir, sin una esencia previa al momento de nacer y que condicionaría su estatus social o privilegios de casta) y la noción de deidades metafóricas —útiles para modelar el carácter de las personas pero de absoluta inexistencia— además del postulado budista de verdad relativa, es decir: la verdad es lo que ven los ojos de cada persona, la verdad absoluta no existe (Capra, 2000).

Entonces, con la consolidación sucesiva de los imperios Uigur, Chino y Mongol, con esta cosmovisión tántrica no teísta o más acertadamente transteísta y como reflejo de sus pilares de igualdad social, inexistencia del alma (esencia humana a priori) y verdad relativa se consolido la seguridad y el libre intercambio de bienes y conocimiento por toda la Ruta de la Seda entre China y Europa.

Es esta visión de sujetos no divididos en castas ni diferenciados por sangre lo que maravilla a de Montserrat al decir que los tibetanos “no tienen reyes entre sí” (Gómez, 2013) e inflama la avidez de quienes viajaron especialmente (a partir de los escritos de éste) a iniciarse en el budismo tántrico tibetano como los jesuitas Antonio de Andrade y Juan de Brito.

De este fructífero intercambio cultural y religioso (citado anteriormente) entre los misioneros católicos y la visión del budismo tántrico propiciado por la seguridad en el tránsito de la Ruta de la Seda se desarrolla en Castilla el movimiento de los Alumbrados (O'Malley, 1995) como una de las formas proteicas del tantrismo (de Mora Vaquerizo, 1988) para terminar extendiéndose también por toda Hispanoamérica (Jiménez Rueda, 1945).

Este movimiento queda incorporado en la Compañía de Jesús y de ahí el legado que recibimos en Occidente y que justifica que esta biografía, aunque enciclopédica, merezca ser insertada en este primer artículo como homenaje y punto de partida.

Antonio de Montserrat

Nació en Vic, Barcelona en 1536 y murió en Goa, India en 1600. Fue un jesuita catalán formado en Portugal que en 1574 fue destinado a la misión de la colonia portuguesa de Goa, en la India, desde donde viajaría por buena parte del Asia Central y la península arábiga (Sociedad Geográfica Española, 1998).

Este viajero y erudito dejó constancia de sus viajes en cuatro manuscritos, de los que solo se conservan dos: el «Mongolicae Legationis Commentarius», en latín, y «Relaçam do Equebar, rei dos mogores», en portugués, referentes a su estancia en la corte del gran Kan Akbar (Sociedad Geográfica Española, 1998).

Hijo de una familia noble de Osona, estudió en Barcelona, ​​donde entró en contacto con San Ignacio de Loyola.

Fascinado por la vida de los misioneros, entró en la Compañía de Jesús el 1558 y fue destinado a Portugal —donde fue ordenado sacerdote— en 1561.

Estudió en la Universidad de Coimbra, Lisboa, donde fue prefecto de San Roque, vicerrector del colegio de San Antonio y preceptor del rey Sebastián I de Portugal.

Embajador en la corte del Gran Mogol

En 1574, a la edad de 38 años, vio cumplido su sueño de convertirse en misionero cuando fue enviado, con 39 jesuitas más, a la misión de la colonia portuguesa de Goa, en la India.

Cinco años más tarde le fue encomendada la misión de integrarse en la embajada que debía presentarse a la corte del rey Mogol Akbar, con el encargo específico de registrar todo lo que sucediera durante el viaje.

La presencia de los sacerdotes había sido pedida expresamente por el mismo rey.

Los jesuitas portugueses interpretaron esto como la voluntad de Akbar de abrazar la fe cristiana, lo que en ningún caso fue así.

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Список литературы Antonio de Montserrat – La Ruta de la Seda y los caminos secretos del Tantra

  • Ann Heirman, S. P. (2007). The Spread of Buddhism. Boston: Zürcher Oberland. Retrieved from https://books.google.es/
  • Bellec, F. (2003). Marchands au long cours. París: du Chêne-Hachette.
  • Buber, M. (2007). Eclipse de Deus: Consideracoes sobre la relacao entre religiao e filosofía. Verus.
  • Capra, F. (2000). El Tao de la Física. Sirio.
  • Casa Asia Barcelona. (2005). Programa Antoni de Montserrat 2005. Convocatoria pública de CA. Retrieved 2015, from http://www.casaasia.es/pdf/1606041139191087378759579.pdf
  • Chhaya, M. (2009). Dalai Lama. Hombre, monje, místico. Grijalbo.
  • Congreso Mundial Uigur. (2004). Breve historia de Turkestán Oriental. Alemania: Primera Asamblea General del WUC. Retrieved from http://www.uyghurcongress.org/es/?cat=132
  • de Montserrat, A. (2005). Embajador en la corte del Gran Mogol. Viajes de un jesuita catalán del siglo XVI por la India, Pakistán, Afganistán y el Himalaya (segunda ed.). (J. L. ALAY, Trans.) Lérida.
  • de Montserrat, A. (n.d.). The Commentary of Father Monserrate, donde his journey to the court of Akbar. (1. SN Banerjee. Oxford University Press, Ed., & T. d. Hoyland, Trans.)
  • de Mora Vaquerizo, J. M. (1988). Tantrismo Hindú y Proteico. Universidad Nacional Autónoma de México.
  • Foljambe, A. (2008). Tantric Buddism, desire, and the bodyin surrealism and Georges Bataille. University of Manchester.
  • Foltz, R. (2010). Religions of the Silk Road: Premodern Patterns of Globalization (2º ed.). Palgrave Macmillan.
  • Gómez, O. R. (2008). Manual de Tantra ...desde el tantra a la Tecnología del deseo (Primera ed.). (MenteClara, Ed.) Buenos Aires, Argentina: ISBN 978-987-24510-2-8
  • Gómez, O. R. (2009). Manual de Tantra - Reprogramación emocional (Tercera ed.). (MenteClara, Ed.) Buenos Aires, Argentina: Ediciones MenteClara.
  • Gómez, O. R. (2013). El tantrismo dentro de la Compañía de Jesús - del Tíbet al Vaticano hoy (Primera ed.). (MenteClara, Ed.) Buenos Aires, Argentina: ISBN: 978-987-24510-3-5
  • Götting, D. (2015). 1241: Os mongóis chegam à Europa. Deutsche Welle.
  • Hays J, N. (2005). Epidemics and Pandemics: Their Impacts on Human History. ABC Clio.
  • Jiménez Rueda, J. (1945). La secta de los alumbrados en la Nueva España (Vols. Tomo XVI, Numeral 1). Mexico: Boletín del Archivo General de la Nación.
  • O'Malley, J. W. (1995). Los primeros jesuitas. SAL TERRAE.
  • Polo, M. (2011). La Ruta de la Seda. El arte del Viaje. Un italiano en la corte de Kublai Kan. Blume.
  • Sociedad Geográfica Española. (1998). Antonio de Montserrat: En la última frontera. Boletín Nº 43 de la SGE. Retrieved 2015, from http://www.sge.org/sociedad-geografica-espanola/publicaciones/boletines/numeros-publicados/boletin-no-43/antoni-de-montserrat-en-la-ultima-frontera.html
  • Urban, H. B. (1999). The extreme orient: the construction of ‘tantrism’as a category in the orientalist imagination. (Vols. Religion, 29(2), 123-146.). Retrieved from https://www.academia.edu/4527418/The_Extreme_Orient_The_Construction_of_Tantrism_as_a_Category_in_the_Orientalist_Imagination
  • Veisaga, R. (2011). Imperios e Historia. Trafford Publishing.
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