Maestros de la espiritualidad cristiana y resiliencia. Una aproximación desde la psicología de la salud
Автор: Juan Pablo Magnanelli
Журнал: Revista Científica Arbitrada de la Fundación MenteClara @fundacionmenteclara
Рубрика: Concurso monográfico FMC - Universidad de Flores
Статья в выпуске: 1, Vol. 6, 2021 года.
Бесплатный доступ
La espiritualidad y la resiliencia son constructos muy importantes dentro de la psicología de la salud. No obstante, si bien hay muchos estudios que intentan relacionar a la espiritualidad con la resiliencia, creemos que todavía faltan conexiones con respecto a una propuesta específica de espiritualidad que ayude a una vida en clave de resiliencia; más allá de estar atravesando o no situaciones traumáticas. Es por ello que el presente estudio examinará algunos puntos para la vivencia de una espiritualidad específica: la cristiana. A su vez, observaremos las correspondencias entre las enseñanzas de los maestros de la espiritualidad cristiana y la propuesta de una vida desde la perspectiva salutogénica. Creemos que estas breves líneas pueden ser una aproximación, como un puntapié inicial para desarrollar, en otras investigaciones posteriores, los grandes nexos existentes entre la tradición espiritual cristiana y lo que hoy en día se desarrolla desde la psicología de la salud para una vida que despliegue todas las potencialidades de la persona humana.
Espiritualidad, Resiliencia, Psicología de la Salud, Espiritualidad Ignaciana, Maestros espirituales
Короткий адрес: https://sciup.org/170207595
IDR: 170207595 | DOI: 10.32351/rca.v6.258
Текст научной статьи Maestros de la espiritualidad cristiana y resiliencia. Una aproximación desde la psicología de la salud
Cómo citar este artículo / Citation: Magnanelli, J. P. (2021). Maestros de la espiritualidad cristiana y resiliencia. Una aproximación desde la psicología de la salud. Revista Científica Arbitrada de la Fundación MenteClara, Vol. 6 (258). DOI:
Introducción
El presente estudio tiene por objeto desarrollar diferentes aportes sobre los conceptos de espiritualidad y resiliencia. En un primer momento vamos a repasar cada uno de los constructos por separado, para después relacionarlos dentro de la perspectiva de la psicología de la salud.
Con respecto a la variable espiritualidad hemos hecho una opción por un tipo concreto de espiritualidad: la espiritualidad cristiana católica. Y más específicamente dentro de la espiritualidad cristiana católica, tomamos los aportes de la espiritualidad ignaciana, proveniente de San Ignacio de Loyola, y la teresiana, siguiendo a Santa Teresa de Ávila.
Asimismo, para el constructo de la resiliencia hemos seleccionado artículos de diferentes autores donde por medio de una serie de estudios empíricos vemos cómo la resiliencia se relaciona con la espiritualidad de manera más general, más allá de la espiritualidad cristiana, pero que sin embargo todos los puntos de relación encuentran conexión con lo que se intenta vivir dentro de la espiritualidad cristiana. En el campo de la psicología de la salud la resiliencia se destaca como una variable de gran importancia para alcanzar el bienestar y adquirir una buena salud mental. Esto lo vemos reflejado en diferentes estudios que recogen Vázquez y Hervás (2009) y Vecina Jiménez (2006). Teniendo en cuenta todos estos factores, la hemos elegido como una variable que puede ser conectada con una forma específica de espiritualidad. Sin más preámbulos, pasamos a desarrollar nuestro trabajo dividido en cuatro puntos: Espiritualidad y religiosidad; Espiritualidad ignaciana: gratuidad, emociones y sentido de la vida; la resiliencia y la psicología de la salud; espiritualidad y resiliencia para una vida más sana.
Espiritualidad y religiosidad
Dentro del imaginario común de las personas suele haber una confusión entre lo que significa la espiritualidad y la religiosidad. Resaltamos que en nuestro trabajo hemos hecho una opción dentro del amplio campo de la espiritualidad y escogemos específicamente la espiritualidad católica (ignaciana y teresiana).
Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de espiritualidad? En primer lugar, es fundamental resaltar las diferencias existentes entre el concepto de espiritualidad y religiosidad. Podríamos decir que la espiritualidad es entendida como una relación o encuentro con algo superior pero más indefinido que nos ayuda en el desarrollo de nuestra capacidad de trascendencia. Por el contrario, la religiosidad la entendemos como un conjunto más definido de normas, ritos, tradiciones, teología, estilo de vida, al cual adherimos mediante el ejercicio espiritual (Del Carmen Fuentes, 2019). En síntesis, la espiritualidad hace referencia a una forma de trascendencia hacia algo más general y la religiosidad apunta a un tipo de espiritualidad concreta y específica. Más allá de estas distinciones, que son importantes tenerlas en cuenta para el desarrollo de nuestro análisis, queremos resaltar el hecho de que tanto la espiritualidad como la religiosidad pueden y deben ayudarnos al desarrollo de un bienestar psicológico (Del Carmen Fuentes, 2019) y, como veremos más adelante, es crucial a su vez para crecer en nuestra capacidad de resiliencia. La apertura espiritual del ser humano está por encima de cualquier religiosidad, esta tendencia nos conecta con lo más profundo del ser humano y si bien nosotros escogimos un tipo de espiritualidad, no queremos decir que lo que planteamos no se pueda encontrar en otras formas de trascendencia (Rodríguez Arenas, 2013).
La palabra espiritualidad tiene su origen en la tradición cristiana y proviene de diferentes términos en hebreo, latín y griego que apuntan al soplo tanto de aire como de vida (Del Carmen Fuentes, 2019). Podríamos decir que la espiritualidad apunta a la búsqueda de respuestas ante los grandes interrogantes humanos, para poder dar cuenta de la vida con toda la complejidad que encierra. El soplo de vida, según la tradición cristiana, es recibido por parte del Dios creador: “Entonces el Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente” (El libro del Pueblo de Dios, 1990, pág. Gn 2:7). Podemos concluir que la espiritualidad tiene en su origen una búsqueda de aquello que nos vuelve a lo más profundo de nosotros mismos, al sentido último del ser humano donde retornamos a aquella fuente de la vida y donde nos conecta con aquello que está en nuestros comienzos u orígenes. De todas formas, somos conscientes de que la espiritualidad puede no tener esta relación concreta con un ser superior y que tiene su importancia más allá del hecho de una religiosidad específica (Del Carmen Fuentes, 2019). Por esta razón, el constructo espiritualidad tiene una acepción más amplia, amén de que en sus orígenes se encuentre esta relación con el cristianismo.
Espiritualidad ignaciana: Gratuidad, emociones y sentido de la vida
Luego de hacer estas salvedades entre los equívocos que pueden surgir al hablar de espiritualidad, vamos a focalizarnos en la espiritualidad cristiana. Tomaremos el trabajo de diferentes autores que nos ayudarán a profundizar la espiritualidad desde la alegría y el trabajo de las emociones.
Dentro de los ejercicios espirituales escritos por San Ignacio de Loyola, encontramos en su experiencia el tema de la gratitud desbordante, él mismo vivió esta gratitud (Boné Pina, 2016). ¿De dónde podemos extraer esta experiencia de gratitud? Desde el convencimiento del regalo y del don que llegamos a experimentar al vivir esta vida y saber que todo es un regalo del cielo (Boné Pina, 2016). La gratitud está presente en los ejercicios espirituales de San Ignacio como un tema central de su espiritualidad. San Ignacio nos invita a abrirnos al agradecimiento y a mantenerlo durante todo el tiempo en que duren los ejercicios como una actitud necesaria para realizar el recorrido espiritual que nos propone. A su vez, desde la psicología positiva se destaca la gratitud como un pilar necesario para ponderar los valores personales y ponerlos a disposición de un completo bienestar de la persona (Boné Pina, 2016). ¿Por qué es importante esta actitud? Porque nos invita a no centrarnos en lo que no tenemos o en lo que podríamos llamar patológico o negativo en nosotros y nos abre potencialmente a lo que podemos llegar a tener, partiendo de una actitud agradecida hacia Dios y los demás (Boné Pina, 2016).
Paradójicamente, esta actitud de ir al encuentro de Otro, repercute positivamente en la persona agradecida. Tanto es así que la apertura al agradecimiento ayuda a sobrellevar las situaciones difíciles de una mejor forma que lo pueden llegar a realizar las personas que no son agradecidas (Boné Pina, 2016). Esto no es óbice para quitar el lugar necesario que debe tener afrontar los diversos duelos y situaciones traumáticas, incluso llegando hasta una incomprensión con Dios o con la divinidad. Es preciso no saltarnos los procesos, debemos dar espacio al dolor y a la pérdida, pero la propuesta espiritual es hacerlo desde la lógica de la gratuidad (Boné Pina, 2016).
Desde la experiencia espiritual cristiana muchas de las cosas que se nos plantea vivir desde la Psicología Positiva, suenan a terreno conocido, ya que la espiritualidad hace hincapié en una vida de autoconocimiento, de búsqueda de sentido, de acción de gracias, de perdón y nos abre a la experiencia del amor incondicional (Ruiz, 2016). Creemos que ambos terrenos se pueden enriquecer mutuamente desde los aportes de cada área en pro del bienestar integral de la persona. Muchas de las cosas que la Psicología Positiva nos plantea y las diferentes terapias que se ofrecen para alcanzar dichos objetivos, podemos afirmar que ya estaban presentes en los grandes maestros de espiritualidad cristiana (Ruiz, 2016).
En tercer lugar “aprender a mirar afuera de uno mismo”, es necesario no quedarnos en ese continuo rumiar que nos puede llegar a perjudicar, dar ese salto hacia el exterior puede ayudarnos a cortar con pensamientos negativos. En este sentido cabe destacar que el Dios de la espiritualidad cristiana, el Dios de Jesús, nos compromete en una búsqueda de justicia y solidaridad en medio del mundo (Domínguez Morano, 2009), de esta forma nos ayuda a salir de nosotros mismos para mirar el dolor del otro. Por otra parte, nos propone escoger un estilo de vida que nos permita “ser optimista”, a pesar de las dificultades hay que aprender a proyectar vivencias que nos ayuden a cumplir los objetivos de nuestra vida y poner empeño para alcanzarlos. Por último, “practicar la amabilidad”, teniendo una actitud afable con los que nos rodean, generar un buen clima a nuestro alrededor, cuidando nuestras palabras y buscando las cosas positivas del otro y del ambiente (Ruiz, 2016).
La resiliencia y la Psicología de la Salud
Luego de definir la variable espiritualidad y de explorar diferentes relaciones entre la espiritualidad cristiana y la psicología, pasamos a abordar la variable resiliencia y ver su relación con la búsqueda de sentido para una vivencia óptima de la salud mental.
En un estudio de investigación de diversos autores que realiza Cala (2020) sobre la resiliencia y su impacto en la salud de las personas, se puede observar desde las diferentes perspectivas una conclusión común que nos habla de la importancia de la resiliencia para la salud tanto física como mental y la ayuda que realiza para el bienestar completo de la persona. A su vez, Cala (2020) destaca la importancia de la resiliencia con la salud y nos muestra cómo se pueden conjugar diferentes variables en torno a una vida en clave de resiliencia entre las cuales se encuentra una que nosotros venimos trabajando: la religiosidad.
Luego de este repaso por las variables espiritualidad y resiliencia vamos a explorar de qué forma podemos llegar a combinar nuestras variables dentro del estudio de la psicología de la salud.
Espiritualidad y Resiliencia para una vida más sana
La espiritualidad desde la perspectiva que estamos trabajando es aquella que nos permite autotrascendernos e ir más allá de nosotros mismos, a su vez, esta actitud interior nos ayuda a encontrar un sentido en situaciones traumáticas. Según Rodríguez Fernández (2016) algo para destacar es que la mayoría de las personas (91%) que atraviesan situaciones traumáticas no registran problemas mentales, por lo tanto, es posible atravesar y superar esas situaciones sin padecer traumas por ello. Continúa Rodríguez Fernández (2016) diciéndonos que las personas que pudieron encontrarse con su mundo interior y autotrascenderse por medio de aquello que nosotros hemos denominado espiritualidad, son las personas que registran un crecimiento y aprendizaje mayores luego de la situación traumática. Más aún, las personas que ya poseían este recurso espiritual antes del trauma, son aquellas que pudieron sobreponerse con mayor rapidez. De todas formas, no todo es color de rosa en este viaje hacia al interior, ya que podemos encontrarnos con algunas sombras que nos gustaría esquivar. Pero por más paradójico que pueda parecernos, este recorrido nos ayuda a encontrarnos con lo más profundo de nosotros mismos, y por ende a encontrar mayor libertad y autenticidad en nuestra vida. Quizás la situación traumática es la puerta que nos permite entrar a una vida plena de sentido. Contamos con los testimonios de muchos místicos de la tradición cristiana y con algunas personas reconocidas dentro del campo de la psicología que han hecho esta experiencia (Rodríguez Fernández, 2016).
No podía faltar en nuestro estudio el aporte de Viktor Frankl. Podemos llegar a ver cómo la espiritualidad y la resiliencia se encuentran interconectadas en la experiencia de Viktor Frankl. Rodríguez Fernández (2016), nos muestra diez puntos que resumen la experiencia de Viktor Frankl y cómo ésta se conecta con nuestras dos variables. Nosotros tomaremos a modo de ilustración algunos de ellos: El sentido de sufrimiento, la atención al presente y cultivar la autotrascendencia. En relación al sentido del sufrimiento, vemos cómo el sufrimiento puede ser una oportunidad para poner en marcha una serie de recursos desconocidos. Es necesaria una actitud valiente para atreverse a afrontar el sufrimiento. Por otro lado, descubrimos en Frankl la atención al presente. Esto es algo que más arriba desarrollamos al hablar de San Ignacio. Esta atención es para Frankl la que nos permite encontrar en nuestro día a día lo que estamos atravesando y abrirnos al contenido de nuestra existencia en general. Por último, al hablar de cultivar la autotrascendencia decimos que esta capacidad es la que nos permite salir de nuestro reducido punto de vista y mirar el sufrimiento de los demás. Esta actitud nos aleja del autoaislamiento egoísta (Rodríguez Fernández, 2016).
Conclusión
Luego de nuestro recorrido bibliográfico pudimos observar cómo la espiritualidad y la resiliencia pueden interconectarse y enriquecerse mutuamente. A su vez, nuestra opción por la espiritualidad católica nos dio la posibilidad de contrastar la tradición cristiana y diferentes maestros de la vida espiritual con una vivencia práctica de la relación de ambos constructos. Pudimos observar que sus enseñanzas están hoy en día abiertas para trabajar como una forma concreta de crecer en la espiritualidad y poder así aumentar nuestra capacidad de resiliencia. Antes de finalizar nuestro recorrido cabe realizar una aclaración. Si bien intentamos enriquecer la mirada con los aportes de la psicología y de la espiritualidad cristiana también hay que decir que es fundamental mantener los límites específicos entre cada campo, de esta forma podremos lograr un diálogo fecundo que sin confundir pueda enriquecerse con ambos aportes (Domínguez Morano, 2006).
Queda pendiente un desarrollo más amplio que conecte estas dos variables con el sentido de la vida, pero pudimos perfilar que ya hay bastantes indicios que nos permiten hacer una estrecha relación entre los tres constructos. Creemos que los grandes maestros de espiritualidad católica son lo que nos impulsan desde hace siglos en esa dirección, por esta razón nos gustaría que se nos permita concluir nuestra reflexión con un poema de una mujer que supo conjugar ambas variables en su vida personal y nos deja un legado para animarnos a avanzar en este mismo sentido espiritual y resiliente. Que sea ella la que nos hable y que la fuerza de sus palabras nos mueva a avanzar en esta senda propuesta:
“ Nada te turbe
Nada te espante Todo se pasa Dios no se muda
La paciencia
Todo lo alcanza Quien a Dios tiene Nada le falta Solo Dios basta ”1 (Teresa de Jesús, 1967, pág. 511).
Список литературы Maestros de la espiritualidad cristiana y resiliencia. Una aproximación desde la psicología de la salud
- Anchía, R. J., & del Valle Caraballo, C. (2016). Emociones y mociones: aportaciones desde la terapia focalizada de la emoción. Manresa: Revista de Espiritualidad Ignaciana., 88(349), 341-352.
- Bofill, E. &. (2016). Interpretar, discernir, acoger: del síntoma a la con-moción. . Manresa: Revista de Espiritualidad Ignaciana, 88(349), 353-362.
- Boné Pina, I. (2016). Psicología de la gratitud y ejercicios espirituales. . Manresa: Revista de Espiritualidad Ignaciana., 88(349), 385-398.
- Cala, M. L. (2020). La salud desde la perspectiva de la resiliencia. Archivos de Medicina (Manizales)., 20(1), 203-216. doi:https://doi.org/10.30554/archmed.20.1.3600.2020
- Del Carmen Fuentes, L. (2019). La Religiosidad y la Espiritualidad ¿Son conceptos teóricos independientes? Revista de Psicología., 14(28), 109-119.
- Domínguez Morano, C. (2006). Ignacio de Loyola a la luz del psicoanálisis. Proyección: Teología y mundo actual., 53(222), 25-56.
- Domínguez Morano, C. (2009). Teología y psicoanálisis de la experiencia religiosa. Revista Iberoamericana de Teología., 5(9), 45-69.
- El libro del Pueblo de Dios. (1990). Obtenido de https://www.vatican.va/archive/ESL0506/__P3.HTM
- Fínez-Silva, M. J., Morán-Astorga, C., & Urchaga-Litago, J. D. (2019). Resiliencia psicológica a través de la edad y el sexo. International Journal of Developmental and Educational Psychology., 4(1), 85-94. doi:https://doi.org/10.17060/ijodaep.2019.n1.v4.1513
- García del Castillo Rodríguez, J. A., García del Castillo López, Á., López-Sánchez, C., & Dias, P. C. (2016). Conceptualización teórica de la resiliencia psicosocial y su relación con la salud. Salud y drogas, 16(1), 59-68.
- Irurzun, J., & Yaccarini, C. (2019). Resiliencia, espiritualidad y propósito de vida. Una revisión del estado del arte. Psocial, 4(2), 58-66.
- Irurzun, J., Mezzadra, J., & Preuss, M. (2017). Resiliencia y espiritualidad. Aportes para su estudio desde una perspectiva psicológica. Revista Científica Arbitrada de la Fundación MenteClara., 2(2), 205-216. doi:https://doi.org/10.32351/rca.v2.2.34
- Mendoza, R. (2016). Resiliencia y calidad de vida. La Psicología Educacional en diálogo con otras disciplinas. Universum (Talca), 31(2), 247-250.
- Ortunio, M. S., & Guevara, H. (2016). Aproximación teórica al constructo resiliencia. Comunidad y Salud, 14(2), 96-105.
- Prieto, M. &. (2016). Psicología del perdón y Ejercicios Espirituales. . Manresa: Revista de Espiritualidad Ignaciana., 88(349), 317-328.
- Rodríguez Arenas, M. S. (2013). La resiliencia como vivencia del Reino de Dios. Lectura teológica de la resiliencia. Pontificia Universidad Javeriana.
- Rodríguez Fernández, M. I. (2016). Espiritualidad, resiliencia y crecimiento postraumático. NOUS, Revista de Logoterapia y Análisis Existencial., (19), 21-32.
- Ruiz, A. S. (2016). Fortalezas personales y vida con sentido: aportaciones para el acompañamiento. Manresa: Revista de Espiritualidad Ignaciana., 88(349), 329-340.
- Teresa de Jesús, S. (1967). Obras Completas. Biblioteca de autores cristianos.
- Vázquez, C., & Hervás, G. (2009). Psicología positiva aplicada. Desclée de Brouwer.
- Vecina Jiménez, M. (2006). Psicología Positiva: Emociones positivas. Papeles del Psicólogo. 27(1), 9-17.