Editorial Volumen 1 Nro. 2 (2016)

Por Oscar R. Gómez

Les doy la bienvenida a este segundo número. Un excelente equilibrio entre fisiología, política y religión; con artículos atravesados por, o que cuestionan, la visión tántrica de sujeto. Los cuatro trabajos seleccionados sintetizan el espíritu presentado en el primer número: un enfoque multidisciplinario sobre un único objeto de estudio —el Hombre y su relación con el universo en el que se desarrolla—.

En el primero (Romero, 2016), una profunda discusión política sobre las libertades individuales y las formas de gobierno desde la visión de un sujeto que, al momento de nacer, es poseedor de la condición de igualdad lograda gracias al período de la Iluminación, que ingresó en Europa por la Ruta de la Seda.

El segundo investiga los resultados observados a partir de la utilización de técnicas tántricas mediante una revisión de la evidencia científica sobre los beneficios de estas prácticas en la reducción del estrés y en las diferencias fisiológicas entre las meditaciones theravadas o mahayanas (destinadas a estimular la actividad parasimpática, lograr relax y calma mental aun en condiciones de esclavitud) opuestas a las prácticas tántricas, que inducen una actividad incrementada del sistema simpático con lo que acrecientan la capacidad de estar alerta, enfocado y con toda la fuerza disponible para la acción. Este trabajo, que muestra beneficios en la salud de los individuos, muestra también cómo los líderes religiosos en la India y el Tíbet usaron técnicas para calmar al pueblo y se reservaron para sí las prácticas tántricas (ocultándolas y demonizándolas) para poder conducirlo (Basu, 2016).

El tercero, también de carácter médico/sociológico, explora el potencial femenino para el placer y el orgasmo extendido y muestra con evidencia científica que los mecanismos de placer pueden activarse o desactivarse a partir de creencias como las tántricas y las creadas a mediados del siglo XX a partir de la visión mágica occidental y la demonización antes mencionada por los “gurúes” hindúes, llamada “neotantra” (Sayin, 2016).

El cuarto nos hace ver con claridad que sea el hombre una construcción de la cultura o una creación de dios hay algo que no puede ser discutido y es que la idea de Dios, el juego sagrado, forja el espíritu de las personas y, por lo tanto, ya debiera abandonarse definitivamente la idea de ciencia versus religión e incorporar la teología dentro del resto de las ciencias académicas (Dickson, 2016).

Quiero agradecer especialmente a Jeffrey por formar parte de esta ibadat khana (casa de reflexión ecuménica iniciada por Muhamad (Akbar)) que ponemos a disposición de la comunidad académica.

Espero que disfruten de este número tanto como lo hacemos con nuestro equipo editorial a la hora de seleccionar su contenido.

Editorial

By Oscar R. Gómez

Welcome to our second issue, which is an excellent balance between physiology, politics, and religion. All its articles are driven by, or question, the tantric viewpoint of the human subject. The four selected works synthesize the spirit presented in the first issue: a multidisciplinary approach on a single object of study —man and his relationship with the universe where he realizes.

The first article (Romero, 2016) goes deep into a political discussion on individual liberties and forms of government from the perspective of a subject who, at birth, has an equal status that was achieved by recourse to the Enlightenment period, which was introduced into Europe by the Silk Road.

The second article explores the results observed out of the use of tantric techniques through a review of scientific evidence on the benefits of these practices in reducing stress and the physiological differences between Theravada or Mahayana meditations (aimed at stimulating parasympathetic activity, getting relaxation and mental calmness even in conditions of slavery) as against tantric practices, which induce to an increased activity of the sympathetic system, which leads to an increased ability to be alert, focused and with all strength ready for action. This work, which shows health benefits for individuals, also shows how religious leaders in India and Tibet used techniques to quieten their people and kept tantric practices for themselves (by hiding such practices and demonizing them) in order to shepherd the people (Basu, 2016).

The third article, also medical/sociological in nature, explores women's potential for pleasure and extended orgasms; and aided by scientific evidence, it shows that mechanisms of pleasure can be enabled or disabled by means of believes such as the tantric ones and those created in the mid-twentieth century based on the western magic worldview and the before mentioned demonization by Hindu "gurus", labelled "neotantra" (Sayin, 2016).

Finally, the last article makes us see clearly that either man being a construction of culture or a creation of god there is something that cannot be discussed, which is that the idea of ​​God, the sacred play, shapes the spirit of the people and, therefore, the idea of ​​science versus religion ought to be definitely abandoned and theology be taken into the rest of the academic sciences (Dickson, 2016).

Special thanks to Jeffrey for being part of this ibadat khana (house of ecumenical thoughts started by Muhamad (Akbar)) that we bring within the reach of the academic community.

I hope readers enjoy this issue as much as we, the editorial team, do when selecting the journal’s content.